domingo, 6 de febrero de 2011

Manual para demócratas [1]

¿Hay Democracia en España? Esta es una pregunta a la que muchos españoles fervientes defensores del régimen responden que si: la prueba es que van a votar cada cuatro años a unas elecciones generales; y otros responden que no, pero sin saber muy bien explicar los motivos del porqué.

Vamos a tratar de esbozar los aspectos fundamentales de por qué el actual régimen español no puede ser considerado una Democracia; para ello tomaremos prestadas las ideas de Antonio García-Trevijano [1], que creemos no están lo suficientemente extendidas, y son de la más absoluta lucidez.

Para desentrañar la cuestión vamos a analizar dos aspectos que definen a una Democracia representativa: 1) el pueblo elige a sus gobernantes y es representado 2) existe separación de poderes:


  • Representatividad
En el sistema actual, cuando se celebran elecciones generales (una mezcla confusa en la que no se sabe cuál de los poderes se está eligiendo) los españoles nos repartimos en 52 circunscripciones electorales. De ellas salen elegidos un determinado número de representantes por circunscripción. ¿Algún lector puede decirme cual es el diputado que le representa en el Parlamento? ¿Quién es la persona a la que puede pedir responsabilidades por las decisiones que tome a la hora de votar? ¿A quién rinden cuentas los diputados que salen elegidos de cada circunscripción? Como llevamos viendo durante 30 años, los diputados rinden cuentas a los partidos a los que pertenecen, y raramente a los ciudadanos que los han elegido.

De aquí viene ese sentimiento de impotencia que tenemos los ciudadanos cuando quienes deberían representarnos votan leyes que no quieren la mayoría de sus electores. ¿Cómo podríamos mejorar este sistema que a todas luces no es representativo de los ciudadanos? Con un sistema electoral dividido en circunscripciones uninominales, de manera que en cada circunscripción saliera elegido un representante, y en caso de traicionar a sus electores, éstos tuvieran la capacidad de retirarle su apoyo.

¿Os imagináis los efectos de una huelga general en un sistema así? Sería impensable que se hubiera aprobado la reforma laboral, que la ley Sinde siguiera coleando, etc. Medio parlamento habría sido llamado por los ciudadanos para que devolvieran su escaño por traición a sus compromisos.

  • Separación de poderes
Ahora volvamos a las elecciones generales. ¿Qué estamos eligiendo cuándo acudimos a las urnas? Estamos eligiendo a unos representantes de una serie de partidos políticos que se van a encargar de elegir al Poder Ejecutivo. Entonces, ¿son elecciones legislativas o ejecutivas? Las dos a la vez. 

La separación de poderes tiene el sentido de que éstos poderes se vigilen entre ellos y no cometan abusos: el legislativo controla al ejecutivo y al judicial, el ejecutivo al legislativo y al judicial, y el judicial al ejecutivo y legislativo. En el actual sistema, en unas solas elecciones nombramos al poder legislativo, el cual elige al ejecutivo y éste al judicial. No existe separación alguna, y lo peor es que el único poder que existe está en manos de los partidos, y no del pueblo.

Pues bien, las conclusiones a las que llegamos son dos: en España no existe separación de poderes y los españoles no elegimos a nuestros representantes. Hace falta un cambio en el sistema actual, pero eso lo dejamos para otro artículo en el que trataremos con mayor profundidad La República Constitucional de Antonio García-Trevijano.

Referencias:
[1] http://antoniogarciatrevijano.com/
puedes ver también numerosas entrevistas e intervenciones suyas en televisión y radio:
http://www.ivoox.com/entrevista-antonio-garcia-trevijano-radio-intercontinental-28-12-2010-audios-mp3_rf_472467_1.html